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Columnas de opinión

El contraataque de los vivos de la cédula viva

13. 10. 2005

13 de octubre de 2005

El ministro de Economía y Finanzas, Fernando Zavala, anunció que su despacho planteará al presidente de la república la observación de las modificaciones a la reforma pensionaria aprobada por el Congreso, contenidas en un proyecto que nivela y establece “nuevas reglas” a las pensiones de los jubilados pertenecientes a la 20530. (Gestión)

El gesto de desprendimiento que se esperaba de los congresistas fue mayor que el que se obtuvo al final. Pero igual fue positivo y se aplaudió cuando se aprobó la reforma. Hoy, sin embargo, pareciera que se arrepintieron y quieren reducir el recorte que afecta, principalmente, sus bolsillos. Veamos por qué.

Con el tope propuesto por el Ejecutivo (1 UIT), no se afectaba al 96% del total de pensionistas de la 20530, pero sí al 99% de los pensionistas del Congreso (sólo 4 de estos últimos ganan por debajo de 1 UIT). Con los cambios que hizo el Congreso (amplió el tope a 2 UIT) se benefició a sólo el 3% del total de pensionistas del régimen, pero entre ellos se encontraban alrededor de 50 pensionistas del Congreso.

Es obvio que el cambio que acaban de aprobar los legisladores los beneficia directamente (85% de los pensionistas del Congreso gana por encima de 2UIT) y perjudica al 27% del total de pensionistas de la 20530, que recibe menos de S/.800 y que son los que deben ser nivelados. ¿Acaso una pensión de US$2,000 les parece poco? ¿Acaso no saben que esto equivale a 33 veces lo que gasta en consumo el 52% de peruanos?

De otro lado, de acuerdo con la Constitución, los legisladores no tienen iniciativa de gasto. Sin embargo, todos los días presentan proyectos que implican la salida de nuevos recursos del Tesoro. Esto complica la ejecución del presupuesto, pues obliga a reasignar recursos o a solicitar créditos suplementarios. Creemos que es hora de resolver este tema y si para ello es necesario cambiar la legislación, pues hagámoslo. Una situación como esta no será sostenible en un contexto recesivo.

La reacción del Ejecutivo era de esperarse y en ese sentido apoyamos su posición. El llamado del ministro Zavala es serio en el sentido de que se debe controlar el gasto, mantener las cuentas en orden y garantizar la sostenibilidad fiscal. Es hora de parar el populismo y la contrarreforma que promueve el Congreso.

El peor ciego es el que el que no quiero ver; Conveagro sigue en contra de peruanos

El presidente de Conveagro, Luis Zúñiga, reiteró que se deben suspender las negociaciones para la firma de un TLC con EE.UU. Indicó que lo prioritario es resolver los problemas y principales demandas de las agrupaciones agrarias, las cuales deben estar incluidas en la agenda interna que el agro requiere. Informó que coordinará con la Junta Nacional de Usuarios de los Distritos de Riego del Perú (Jnudrp) la participación de Conveagro en la movilización del 9 de noviembre para exigir al gobierno una negociación que no dañe al sector agrario. (Gestión)

Coincidimos con el Ejecutivo en que es irreal un TLC sin incluir al agro. Es evidente que el Perú no se puede quedar sin un TLC y que por ello tendrá que asumir el costo que se genere por posiciones intransigentes como las de algunos gremios agrarios y foros como Conveagro, que, sin ser realmente representativo del sector (8 de los 19 gremios que lo integran apoyan el TLC), utilizan eficazmente a la prensa como caja de resonancia, aún cuando no pueden exponer un solo argumento técnico para sustentar su posición. Estos malos representantes del agro son conscientes de que el Perú debe firmar el acuerdo. Y lo que quieren es obtener el máximo provecho de esa necesidad, al más puro estilo mercantilista.

En relación con las cifras expuestas por el representante de Conveagro para afirmar que el TLCAN en México fue “decepcionante”, le recomendamos contrastar dichas cifras con las que aparecen en los medios oficiales (http://www.inegi.gob.mx/). Así, por ejemplo, no sólo ocurre que la exportación per cápita de productos del sector agropecuario, silvicultura y pesca aumentó 109%, en términos reales, en los primeros 10 años de la firma del acuerdo, sino que además, la inversión extranjera directa aumentó en 63%, el PBI total en 31% y el Valor Agregado Bruto del sector agropecuario, silvicultura y pesca en 22%, siempre en términos reales.

Finalmente, en relación con la pobreza, ojalá no se usaran los números de manera tan antojadiza. Decir que los pobres aumentaron en 7 millones sin decir que la población total aumentó en 19 millones (2002 – 2004) sólo revela la intención de confundir y desinformar. En todo caso, no es cierto que la pobreza haya aumentado. Según el Banco Mundial, entre 1992 y el 2000, la pobreza total en México se redujo de 41% a 26% y la pobreza extrema cayó de 16% a 10% (http://www.worldbank.org/data/wdi2005/index.html).