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Columnas de opinión

Mercado reacciona ante avance de propuestas que redistribuyen pobreza

20. 12. 2005

20 de diciembre de 2005

Los índices de la Bolsa de Valores de Lima (BVL) bajaron ayer en más de 6%, la mayor caída de los últimos 11 años. Según diversos analistas, el retroceso se debió al temor de los inversionistas de que Ollanta Humala gane las elecciones presidenciales. Además, ese temor se acentuó con el triunfo de Evo Morales en las elecciones de Bolivia. (Semanam@il y diarios)

Una minúscula parte de la caída en la BVL es producto de una corrección por factores técnicos: el leve reajuste a la baja en los precios internacionales de los principales commodities (básicamente metales) y la desconfianza del mercado tras la victoria de Evo Morales en las elecciones presidenciales en Bolivia. Este fenómeno no es exclusivo de Perú y se dio ayer en los principales mercados de la región. Sin embargo, el efecto mayor viene por la escalada de un candidato presidencial de extrema izquierda en las encuestas de intención de voto. Y este fenómeno no es ajeno a los procesos políticos. Los mercados suelen reaccionar así cuando candidatos antimercado suben en las encuestas.

La situación empeora cuando el mercado percibe el triunfo de Morales como no favorable para el Perú: de acuerdo con un sondeo de RPP, el 60% de los encuestados considera que el triunfo de Morales beneficiará la candidatura de Humala en el Perú. Sin confianza, sin capitales y sin estabilidad, el siguiente gobierno sólo podrá dejarnos como herencia mayor pobreza.

Los mercados seguirán castigando propuestas como las de Humala, hoy avaladas por su candidato a vicepresidente y director del BCRP, Gonzalo García. Las ideas velasquistas, el nacionalismo, los ataques a la inversión extranjera en actividades extractivas y el aliento a un Estado cada vez más grande e ineficiente no son ni serán bien recibidos por ninguna plaza en el mundo. Como tampoco lo será la adelantada intención de revisar los actuales procesos de concesión, conceder mayores libertades a empresas públicas ineficientes, oponerse a la privatización y eliminar los filtros de control de calidad del gasto público. De un movimiento que avala lo hecho por el gobierno de Alan García (casi triplicó el número de hogares por debajo de la línea de pobreza) y que ahora añora las políticas de Velasco, ¿qué otra cosa se puede esperar sino es repartir más pobreza?

En el ’90, el hoy director del BCRP y candidato a la vicepresidencia por el Partido Nacionalista Uniendo al Perú no podía ocultar su agrado por las políticas del gobierno de Alan García. Hoy, suscribe las ideas de un movimiento que dice admirar la prédica de Velasco.

Con el desastroso antecedente de estos 2 gobiernos, es perfectamente lógico esperar una reacción del mercado como la ocurrida los últimos días.

 

 

Petroperú: Sigue intento por acelerar aprobación de proyecto que relaja controles y despilfarro

El debate final sobre si Petroperú quedará fuera del Sistema Nacional de Inversión Privada (SNIP) no se realizará sino hasta inicios del próximo año, estimaron fuentes de la Comisión de Energía y Minas del Congreso. “La junta de portavoces definirá en qué momento entra el proyecto a la Comisión Permanente (CP), lo cual podría ocurrir luego de las fiestas de fin de año”, comentaron los voceros. (Perú.21)

Lo que se pretende hacer al contrabandear el proyecto en la CP para su aprobación es acelerar la posibilidad de despilfarrar los recursos públicos usando a Petroperú como caja chica en lo que queda de este gobierno. El manejo del dinero público de las últimas administraciones de esa empresa ha dejado mucho que desear y con esto empeoraría. ¡Y como si fuera la cosa más natural del mundo el presidente de la petrolera estatal pide que el MEF no se preocupe por la gestión administrativa de la empresa! ¿Y entonces quién? ¿Acaso quiere que sea el Minem, cuando el actual ministro del sector ofreció dar un “informe técnico” favorable al proyecto de exclusión de los sistemas de control? ¿O la Contraloría, que ex post viene investigando 26 casos de corrupción y hasta hoy no ha podido sancionar ninguno?

Petroperú es una empresa que cuando se habla de irregularidades por corrupción y de mal manejo de los recursos públicos siempre está presente. Basta con peguntarse ¿qué hay de los contratos de las oficinas del edificio principal que Petroperú alquila a terceros? ¿Acaso ProInversión y las demás agencias públicas que funcionan en ese local pagan alquiler? ¿Cómo es que se decide el uso de tales espacios? ¿Quién los fiscaliza? ¿Hay concursos públicos? Si la asignación de estas instalaciones no se da de manera transparente y con mecanismos de mercado, no podemos afirmar que la administración de la empresa es eficiente. ¿Contraloría y Consucode han investigado el tema?

Petroperú pateó el tablero antes de iniciar el proceso formal para lograr que el Ejecutivo apruebe a modernización de la refinería de Talara. Hoy quieren ir solos, aunque dicen tener 30 consorcios internacionales interesados en acompañarlos. ¿Por qué no presentan entonces el proyecto con participación privada? Si sólo es capital privado el que está en juego (como debiera ser), entonces el proyecto no pasaría por el SNIP. Es una pena que la Comisión de Energía promueva el proyecto basándose sólo en los argumentos de la empresa, sin haber comprobado si son o no ciertos, ni tomado en cuenta que Petroperú no ha coordinado en ningún momento con el MEF. ¿Acaso la opinión de Consucode y la Contraloría (en contra del proyecto) no deberían ser determinantes?

 

 

El siguiente paso en las ambiciones de Petroperú es apropiarse de los ingresos por regalías que hoy recauda Perúpetro y que en lo que va del año han superado en S/.582 millones el monto generado en el 2004.
Cuatro nuevos contratos de exploración por un total de US$130 millones han sido aprobados. Es claro el interés de la inversión privada. No la ahuyentemos con proyectos descabellados.