Gasto social: Más importante que los montos es la calidad del gasto

3 de marzo del 2008.
Que el gasto social se haya duplicado entre 2005 y 2007 parece no ser suficiente. Al menos no lo es para los economistas Enrique Vásquez de la Universidad del Pacífico y Pedro Francke de la Universidad Católica. En estos términos comentaron el artículo del presidente Alan García Pérez, «El perro del hortelano contra el pobre». (El Comercio, 03/03/2008)
Hay que reconocer un incremento en el monto aplicado a programas sociales. Pero también hay que reconocer que más importante es la calidad de ese gasto y lamentablemente en el Perú el gasto en programas sociales no es particularmente eficiente. Por ejemplo, a pesar de que entre 1997 y 2005 se haya invertido más de US$2 mil millones en programas alimentarios, seguimos siendo uno de los países de la región con mayor porcentaje de personas en estado de desnutrición (CD 25/02/2008). Ya bastante conocidos son los problemas de filtración y subcobertura, los elevados niveles de gasto administrativo y la duplicación y desarticulación de los programas sociales en el Perú. Se estima que en el 2006, de los 82 programas sociales que había, en 50 de ellos el gasto administrativo era superior al 15%, mientras que solamente 8 tenían un gasto administrativo menor a 5%.
Una recomendación que se suele hacer es promover la integralidad de la política social, lo cual no se hace en el Perú, en donde tenemos varios programas relativamente desarticulados entre ellos. El reporte Oportunidades en América Latina – Hacia una mejor política social de la CAF insiste en que la «integralidad» aprovecha las economías de alcance en la administración conjunta, lo que a su vez lleva a ahorros sustanciales. Un ejemplo de esto es el programa brasilero Bolsa Familia, que es el resultado de la consolidación de varios programas sociales. El costo administrativo conjunto bajó de 5,3% de la suma de los presupuestos individuales a apenas 3,1% del costo total del programa consolidado.
El programa social que sí parecería estar funcionando en el Perú es Juntos, el cual convenientemente elimina al burócrata como intermediario para entregar los recursos directamente a los beneficiarios. El Balance de la lucha contra la pobreza y propuestas de la Mesa de concertación para la lucha contra la pobreza muestra que apenas el 10% del presupuesto total del programa se destina a gastos operativos, concepto que en los programas de distribución de alimentos fluctúa alrededor del 25%. Por el momento es mala señal que se haya cambiado al presidente del programa Juntos por un miembro del partido aprista. Esperemos que esta iniciativa que está dando frutos no se termine usando como herramienta electoral.
Perú: Gasto en personal de programas alimentarios y gasto administrativo y total de Foncodes, 1999-2003
Fuente: MEF / Elaboración: Instituto Peruano de Economía
Además del centralismo que poco toma en cuenta a los beneficiarios, los recursos son mal utilizados. La solución no está únicamente en aumento de recursos, sino que son necesarios cambios institucionales, de gestión y en el financiamiento. Así se podrá reducir la participación del Estado e incrementar la de los mismos beneficiados.