El observatorio, los genéricos y una propuesta positiva
05 de abril del 2011
Farmacias se comprometen a facilitar la venta de genéricos. Minsa y Anacab suscribirán convenio. Se promocionarán 83 tipos de fármacos. (El Comercio 05/04/2011)
La noticia que comentamos hoy se refiere a una iniciativa positiva del Ministerio de Salud (Minsa) que ha recibido apoyo de la Asociación Nacional de Cadenas de Boticas (Anacab). Entendemos que el convenio a que se refiere la nota llevará a que las principales cadenas de farmacias tengan en todos sus locales un módulo en el cual se ofrezcan al público 83 tipos de medicamentos genéricos que usualmente son sustancialmente más baratos que los medicamentos de marca equivalentes. Entendemos que la lista de 83 medicamentos ha sido elaborada para incluir a los fármacos de mayor uso por el público y que el convenio ayudará a que el público se familiarice con los genéricos que el Minsa promociona ya que está prohibido hacer propaganda a medicinas que requieren receta médica.
Como hemos comentado anteriormente (CD 12/02/2010), el mercado farmacéutico enfrenta diversos problemas de información que llevan a que su correcto funcionamiento requiera una regulación adecuada. Contrario a lo que muchos piensan, esta regulación no debe centrarse en controles de precios (abiertos o encubiertos) sino en resolver los problemas de información que afectan su operación eficiente. Una de las mejores maneras de asegurar que los consumidores obtengan los mejores productos al menor precio es asegurándose que los consumidores sepan cuáles son los productos equivalentes, cuáles son sus precios y dónde obtenerlos. Esto facilita la competencia en el mercado. Por ello, resulta muy útil otra iniciativa del Minsa, el Observatorio Peruano de Productos Farmacéuticos (OPPF), que permite consultar en lÃnea el precio de una gran gama de medicinas juzgadas equivalentes en los establecimientos de la red pública de salud, asà como su costo estimado en los laboratorios privados. Estas comparaciones de precios pueden llevar a sustanciales ahorros, tal como se puede observar en el gráfico en el cual presentamos los resultados de una pequeña muestra de consultas hechas al OPPF. Además, es muy importante que los productos más baratos estén disponibles fácilmente a través de los principales canales de distribución, labor con la que están colaborando las farmacias.
En el mercado farmacéutico, la forma de como los laboratorios obtienen un retorno sobre los elevados costos de investigación y desarrollo de nuevos medicamentos es que usualmente se les otorga una patente que les permite un monopolio temporal sobre su producto, lo cual tiende a generar ganancias elevadas durante cierto periodo. Cuando esta patente vence (o a veces antes, en casos extraordinarios), otros laboratorios pueden copiar el fármaco y ofrecer su propia versión del producto. Estas versiones llamadas genéricas se pueden ofrecer con marca, lo que supone los costos de mercadeo y demás de la marca, o sin marca, que usualmente son los más baratos. El problema que existe en el Perú en cuanto a la adquisición de genéricos tiene dos componentes. Primero, saber cuál es el genérico equivalente a la medicina de marca y tenerlo disponible (para lo cual el OPPF y el convenio son una gran ayuda). Segundo, tener confianza que los productos genéricos, que se supone son médicamente equivalentes a los de marca, en realidad lo son.
Este es otro tema en el que la regulación es importante, la acreditación, porque el consumidor no tiene como estar informado adecuadamente. En el Perú, los medicamentos genéricos (muchos de los cuales son importados) pueden ser vendidos al público si la DIGEMED verifica que se fabrican bajo condiciones adecuadas. Pero no se evalúa si el fármaco producido es médicamente equivalente al medicamento de marca que busca reemplazar. En la jerga del sector, no se realizan pruebas de bioequivalencia ni de biodisponibilidad. Sin ser expertos, consultamos con algunos doctores y nos indicaron que para aquellos casos en que el efecto de los medicamentos es difÃcil de evaluar, el riesgo de que no funcionen adecuadamente es muy elevado (ver gráfico 2), tendrÃan serias dudas respecto a la conveniencia de ahorrar dinero comprando muchos de los productos genéricos que se venden. En la actualidad, muchos de los genéricos disponibles son productos adquiridos por el Minsa en licitaciones en las que el menor precio gana y nadie puede culpar a los consumidores por no tener confianza ciega en la idoneidad del proceso logÃstico del Minsa (CD 24/03/2011).
La solución a este dilema es complicada tal como se puede ver en el estudio del Banco mundial (Generic Drug Policies in Latin America), sin embargo, podrÃa haber una salida sencilla. Resulta ser que en otros paÃses, como en los EEUU y en Europa, las autoridades sà llevan a cabo pruebas de bioequivalencia ni de equivalencia terapéutica y demás antes de permitir la venta de un genérico. Como primer paso, bastarÃa con colgarnos de estas acreditaciones y permitir la venta de los fármacos que hayan sido autorizados en determinados paÃses que cuenten con procedimientos adecuados de acreditación. Esto no es una solución a prueba de errores, pero mejorarÃa significativamente la seguridad actual respecto a la equivalencia médica de los genéricos hasta que se pueda establecer un proceso más completo y confiable. Se podrÃa afectar la oferta de algunos de ellos, pero por lo menos permitirÃa a los consumidores realmente decidir en función del precio, sin tener que arriesgar su salud al cuidar el bolsillo.