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Columnas de opiniónEstadísticas Regionales

Inauguran Juntos, sin la certeza de que programas actuales hayan sido -al menos- efectivos

8. 09. 2005

8 de septiembre de 2005

El presidente Toledo puso en marcha el programa Juntos de subsidios directos para los más pobres y anunció que el 17 de este mes se iniciará la entrega formal de dinero a las familias calificadas. Dijo que la tercera semana de cada mes el gobierno entregará S/.100 en efectivo a las mujeres. (Diarios)
Según el último Informe sobre Desarrollo Humano (IDH), elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Perú subió seis puestos en el índice de desarrollo y permanece entre los países de desarrollo medio. Además, señala que América Latina tiene la peor distribución de ingresos del mundo. (Semanam@il y diarios)

No se conocen los resultados –de fuentes oficiales– del plan piloto desarrollado en un gran número de distritos. Lo único que se tiene son versiones periodísticas de hace más de 3 meses que dan cuenta que el empadronamiento de los beneficiarios en Chuschi fue un desastre, justamente allí se inauguró ayer el programa. Tampoco hay evaluación oficial alguna respecto al resto de programas sociales, a los niveles de gasto administrativo, de focalización, de filtración y de duplicidad de beneficiarios. Las evaluaciones privadas dan cuenta que los actuales programas son altamente ineficientes en los indicadores señalados. Y aún no existe un plan para reestructurarlos, ni se ha puesto un límite operativo al gasto administrativo.

En relación con el IDH, si bien hemos mejorado debido a avances en algunos componentes del índice (la esperanza de vida pasó de 69.7 a 70 años y el nivel de alfabetismo subió de 85% a 87.7% en personas de 15 años a más), también es cierto que existen indicadores en los que tenemos que mejorar, en especial, la fuerte desigualdad de ingresos al interior del país. En este sentido, la efectividad de las políticas sociales destinadas a reducir los niveles de pobreza deben sobretodo eliminar la transmisión intergeneracional de ésta, puesto que si no, la generación de riqueza se sentirá en menor grado entre los pobres. Recordemos que la inequidad y la pobreza limitan el crecimiento económico, porque los mercados no crecen, hay menos ahorro, menos competitividad y mayores dificultades para sostener la democracia.

Ojalá que el programa Juntos no termine desprestigiando el mecanismo de transferencias condicionadas que ha tenido éxito en otras partes (Oportunidades en México, Bolsa de Alimentación en Brasil, Puente en Chile, entre otros). Insistimos en que el Estado debe encargarse sólo de la regulación y el financiamiento del programa y dejar a la comunidad organizada la administración, supervisión, evaluación y control.

PNUD: el comercio conduce al desarrollo; Conveagro no se da por enterado (o no le importa)

Este gobierno no tiene autoridad moral para firmar el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos (EE.UU.), por ello el siguiente régimen que asuma debe ser quien negocie el acuerdo comercial, afirmaron los representantes de Conveagro, el Foro Salud y la Sociedad Peruana Audiovisual. (La República)

Una vez más sale a la luz la intransigencia de algunos representantes del sector agrícola. Se suponía que conversarían entre ellos (los que están de acuerdo con el TLC y los que no lo están), pero parece que la negativa de Conveagro pudo más que las buenas intenciones de quienes sí están dispuestos a emprender la integración comercial. Las demandas se resumen en lo mismo de siempre: mayores privilegios y protección a costa del bolsillo de los consumidores y contribuyentes peruanos, quienes para los agricultores serán siempre la última rueda del coche. Ojalá que el gobierno no ceda esta vez y se preocupe por defender a los consumidores. La misma actitud se espera de la Asociación de Consumidores y de la Comisión de Defensa del Consumidor.

La oposición a la firma del TLC sigue basándose en premisas falsas y no en argumentos técnicos. Quienes la lideran prefieren obviar los compromisos asumidos por el gobierno para compensar a los sectores que podrían verse afectados, que son pocos (no todo el sector agropecuario, como pretenden hacernos creer los señores de Conveagro). Es una pena que se retomen las movilizaciones que siempre terminan en violencia y que, con ello, se pretenda bloquear toda iniciativa de integración con el mundo.

Cabe resaltar que el último informe sobre desarrollo humano ratifica la necesidad de llevar a cabo una reforma del comercio internacional, pues reconoce a éste como catalizador del desarrollo. Al respecto, reconocidos economistas como Arvind Panagariya y Norman Loayza coinciden en que no debiéramos condicionar la apertura comercial a la desactivación de las barreras comerciales o la eliminación de ayudas (subsidios), sino que la integración es buena incluso si tuviéramos que eliminar unilateralmente nuestras políticas proteccionistas. Debemos enfocarnos las reformas pendientes que nos permitan obtener mayores beneficios de la apertura, en especial el desarrollo de la infraestructura. El reestablecimiento de la institucionalidad política es también importante para atraer la inversión en sectores productivos orientados a la exportación. Y esto lo confirma el reciente informe de Standard & Poor’s (“Is Peru Heading Toward Investment Grade?”), que señala a la débil institucionalidad política –estrechamente ligada a la estabilidad social– como el mayor riesgo de Perú y uno de los principales factores por los que aún estamos lejos de alcanzar el grado de inversión (a pesar de tener un riesgo país bajo).