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Columnas de opinión

Atracción de inversión privada en infraestructura requiere mayor compromiso del gobierno

12. 10. 2006

12 de octubre de 2006

La inversión en infraestructura debe triplicarse en el Perú para mejorar la competitividad del país, pasando de 1% del Producto Bruto Interno (PBI) actualmente a 3% del PBI, señaló el consejero regional de América Latina para Regulación y Competencia del Banco Mundial (BM), José Luis Guasch. (Gestión 11.10.06)

Resulta vergonzoso que cada cierto tiempo, los mismos expertos nos recuerden que no hemos avanzado. Al margen de qué gobierno se trate, lo cierto es que nuestra infraestructura presenta un creciente retraso (la brecha de inversión en infraestructura al 2003 era de casi US$23,000 millones) y es muy probable que el costo logístico de 34% del producto, que el mismo Guasch estimó para Perú hace ya casi 3 años, siga siendo igual o mayor, considerando la casi nula inversión en puertos, aeropuertos (de provincias) y carreteras en ese lapso. El gobierno debe proponerse en serio atraer inversión privada. No es posible que casi 2 años después de haberse anunciado Costa-Sierra, aún no se haya entregado en concesión ni uno solo de sus 28 tramos. Saludamos las gestiones del MTC en México para “vender” los proyectos en cartera. Ojala este esfuerzo fuera corporativo y generara igual compromiso en otras autoridades, que hoy hacen el “muertito”.

Dicen que la lentitud es inherente a los gobiernos. Hay sin embargo experiencias distintas. El Banco Mundial (BM) señala que las reformas sustanciales se implementan en los primeros 180 días de gobierno. Un estudio del FMI también apunta en ese sentido. En México, el presidente electo ya prepara las reformas que hará apenas asuma el cargo. Una de ellas, quizá la más importante, se refiere a infraestructura energética y pretende incorporar a la inversión privada en refinación y petroquímica; actividades hasta hoy reservadas para el monopolio estatal Pemex, que ahora recibiría capital privado mediante un joint venture. En Perú, ya pasaron más de 60 días y de reformas en infraestructura (y en otros temas) no hay nada. ¿Malas palabras? Según otro informe del Banco Mundial la inversión privada en agua y saneamiento, por ejemplo, está usando nuevos mecanismos como las asociaciones público privadas (APP). ¿Y nosotros cuándo?

El problema se agrava si consideramos los riesgos. Con el Fenómeno El Niño (FEN) encima y un informe del Banco Mundial y la Universidad de Columbia advirtiendo la necesidad de reducir la vulnerabilidad a los desastres naturales (el 2005, valor de los daños causados por estos en el mundo aumentaron en 71%), nuestras perspectivas son aún menos alentadoras. El deterioro de la ya sufrida infraestructura de transportes podría agravarse. Y en lo que va de anunciado el problema, no hay medidas de prevención visibles por parte de la comisión nombrada por el gobierno para ver el tema. Ojala esta guerra avisada no mate gente.

Inversión Privada en Infraestructura (En Millones de US$), 2004 vs 2005

Fuente: Banco Mundial (PPI database) / Elaboración: Instituto Peruano de Economía

* Incluye China, India, Filipinas, Indonesia, Malasia, Tailandia y Vietnam.
** Incluye Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Uruguay y Venezuela.

El año pasado nos fue mejor en atraer inversión privada. Pero aún es insuficiente. El caso del agua es patético. El gobierno no quiere entregar en concesión Sedapal; acaba de postergar la concesión de Piura sin explicar las razones; acelera la inversión pública en proyectos pequeños; y crea una nueva empresa estatal. Este esquema no es sostenible en el mediano plazo. El año pasado, la inversión privada mundial en el sector contó por US$1,500 millones.