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Columnas de opinión

Evaluación docente es necesaria: tenemos la segunda peor educación en el mundo

13. 12. 2006

13 de diciembre de 2006

El gobierno no está dispuesto a ceder a la presión del Sutep y ayer le exigió cumplir la palabra empeñada de someterse a la evaluación de este 20 de diciembre. (Gestión)

La evaluación a los maestros debe darse de todas maneras. Las razones del Sutep para no sujetarse a ella son inconsistentes y hasta cínicas, pues, curiosamente, ahora muestran preocupación por la pérdida de un día escolar, cuando dicha pérdida no les preocupa en lo más mínimo si de defender sus intereses se trata. El gobierno tiene el deber y los peruanos el derecho de evaluar a los maestros, como parte del sistema que nos brinda un servicio público. Y el MINED debería considerar la posibilidad de penalizar a quienes no se sometan a la prueba. El esfuerzo del gobierno, cuyo costo pagamos los contribuyentes que exigimos mejorar la calidad de la educación, no puede ser entorpecido por la voluntad antojadiza del Sutep.

La evaluación es necesaria porque está probado que existe una correlación directa entre el rendimiento de los alumnos y las habilidades de los profesores que les enseñan. Por ello, la evaluación debe servir para poner fin a los tantos diagnósticos existentes que revelan que nuestra educación es mala. En la evaluación nacional de 2004 (alumnos y docentes) se conoció la magnitud del desastre: en comprensión de textos, apenas 1 de cada 10 alumnos de 5º de secundaria y 1 de cada 6 de 2º de primaria alcanzó el nivel de suficiente; mientras que en matemática sólo alcanzó suficiente el 3% de los de 5º de secundaria, el 6% de 3º de secundaria y el 10% de 2º de primaria. El drama es mayor cuando comparamos los resultados con los de 1998 y descubrimos que los alumnos de 3º de secundaria no han avanzado, mientras los de 5º de secundaria incluso cayeron en matemática. De ahí que, según el último Reporte Global de Competitividad del Foro Económico Mundial, la calidad de nuestro sistema educativo ocupe el penúltimo lugar entre 125 países.

Los resultados de la evaluación deben permitir establecer los puntos débiles para capacitar a los docentes con el objetivo de que superen sus deficiencias. Y si no lo hicieran, pues recién ahí se tendría que tomar medidas punitivas. Pero no podemos cometer el error de no reforzar las áreas débiles, como ocurrió con la evaluación en Chile. En el mediano plazo, incluso, deberíamos seguir el ejemplo de Finlandia, en donde se exige a los docentes de primaria poseer una maestría en educación. Esa es la razón de que la calidad de su sistema educativo sea la mejor del mundo. La responsabilidad del Estado y de los profesores es proveer a los niños una educación básica que les dé la posibilidad futura de mejorar sus ingresos. Los docentes no pueden negarse a eso. De hacerlo, merecerían una pena administrativa, pues la moral se la ganaron hace tiempo.

Correlación entre el Rendimiento de los Alumnos (5° Secundaria) y las Habilidades de sus Profesores, 2004

Fuente: MINED (Resultados de la IV Evaluación Nacional de Rendimiento Estudiantil, 2004) / Elaboración: IPE

Es claro que los mejores profesores producen mejores alumnos. Nuestro sistema educativo requiere una reforma urgente. Si bien la evaluación docente no es suficiente para solucionar el problema, si es necesaria para establecer metas. Ya es hora de terminar con la dictadura del sindicato, que lo único a lo que ha logrado es que la educación peruana sea la segunda peor del mundo.