Skip to content
Columnas de opinión

Teteritas

13. 05. 2011

13 de mayo del 2011

Congreso aprobó proyecto para etano, pero Camisea advierte riesgos. (Gestión 13/05/2011)

Durante la primera parte de la campaña presidencial Pedro Pablo Kuczynski (PPK) dijo que, con las diferentes ubicaciones propuestas por varios proyectos petroquímicos -la zona industrial de Paracas y San Juan de Marcona, ambos en Ica, o las Lomas de Ilo en Moquegua-, se construirían varias teteritas en vez de un gran polo petroquímico. PPK alertaba que se perderían los beneficios de las economías de aglomeración que explican por qué, típicamente, se desarrolla solo un gran polo de empresas petroquímicas en los países que ya participan en esta importante industria (ver mapa). Todas las empresas del polo insumen gas, tanto para transformarlo como para que sea su principal -o única- fuente de energía. Los productos de unas compañías típicamente son insumos de otras. Todas utilizan un megapuerto. Todas requieren de líneas de transmisión de alta tensión. Todas usan una red de carreteras y caminos, incluyendo carreteras como la Panamericana, Sur en nuestro país. Todas demandarán obreros, supervisores e ingenieros especializados, cuya educación o capacitación usualmente se concentra en el polo. El cambio tecnológico ha llevado a que la escala de producción de las empresas petroquímicas competitivas sea cada vez mayor. Desperdigarlas es, cada vez más, un error. Por estas razones, es absurdo que siga habiendo incertidumbre acerca de si, por ejemplo, el Grupo Brescia instalará su planta de fertilizantes en Paracas, independientemente de qué pase con las demás teteritas. El Estado juega un rol importante en la provisión y regulación de la infraestructura y servicios que estos polos petroquímicos requerirán y, debido a los conocidos costos de coordinación propios de proyectos de esta escala, debe tener un rol fundamental en definir dónde se instalarán las petroquímicas. No le conviene dejar esta decisión sólo a la iniciativa privada. ¿Es tan difícil contratar un consultor especializado en un concurso y precisar la ubicación del polo petroquímico?

CF Industries está o estuvo evaluando instalar una empresa petroquímica en nuestro país. Aparentemente, ya no lo hará. El triunfo de Gana Perú en la primera vuelta no tiene, en este caso, nada que ver. El hecho es que la disponibilidad de gas en Estados Unidos ha aumentado muchísimo tras la construcción de una serie de ductos que lo transportan desde Canadá. Las fuentes no convencionales de gas -shale gas- son ahora comerciales. Por ello, el precio del gas natural en Estados Unidos (el precio básico de referencia es el Henry Hub) está tan bajo y se ha disociado del precio del petróleo. Mientras seguimos deshojando margaritas antes de tomar decisiones básicas como la descrita en el párrafo previo, uno de los participantes potenciales en la industria ya no invertiría en nuestro país.

Es en este contexto que el Congreso aprobó un proyecto de ley que declara de necesidad pública e interés nacional la promoción y el desarrollo de la petroquímica basada en el etano. Una especie de saludo a la bandera que, sin embargo, ayuda a acelerar ciertos procedimientos burocráticos. Este tipo de petroquímica producirá insumos para la industria de plásticos, como el etileno, polietileno y otros. Tanto la propuesta oficial como el proyecto aprobado por el Congreso incluyen un par de perlas. Primero, ante la falta de acuerdo respecto del precio del gas entre el Consorcio Camisea y las empresas petroquímicas, OSINERGMIN dirimirá. Es decir, el Estado fijará precios cuando no acuerdan grandes corporaciones. Toda una invitación al cabildeo poco transparente y a futuros “etanoaudios”. Segundo, no hay disponibilidad de etano y se quiere que éste provenga del lote 88, que es el que tiene el precio regulado. Como es obvio, todos quieren gas subsidiado. Han pasado años, pero las consecuencias de “Cómo sea”, ese Frankenstein diseñado por los “eléctricos” del sector energía sigue vivito y coleando.