Baja inversión en generación de energía y sus consecuencias
24 de marzo del 2008.
El vacío que se produjera en los últimos años en las inversiones en nuevos proyectos para generar electricidad ahora está causando preocupación: las empresas que producen energía para abastecer a Lima ya han llegado al tope de su capacidad de generación para el presente año. (Gestión, 24/03/2008)
Además de los indicadores del sector, más evidencia de la falta de interés del sector privado para invertir en generación de electricidad es que se hayan declarado parcialmente desiertas las subastas convocadas por Edelnor y Luz del Sur. Esto se debe en parte a que el precio ofrecido por las distribuidoras, que es el máximo permitido por Osinergmin, no cubría las expectativas de las potenciales generadoras. Dicho precio sería entre 12% y 15% más bajo que el precio calculado por las generadoras para cubrir su costo marginal. Tomando en cuenta que en la región por lo menos 14 países estarían pasando por una crisis energética de abastecimiento (Corriente discontinua, América Economía, marzo 2008), deberíamos estar más preocupados al respecto. Ni siquiera Costa Rica pudo evitar tener racionamientos. Los que no estamos viviendo la escasez por el momento somos Perú y México.
Por el momento esto no quiere decir que vaya a haber desabastecimiento de energía pronto, pero es una nueva señal de alerta. Según cifras del Ministerio de Energía y Minas, el crecimiento económico ha llevado a que la venta de energía eléctrica haya aumentado entre 1995 y 2007 en 149.98%. En el mismo periodo la potencia instalada ha crecido en apenas 58.20%. Si aparentemente Osinergmin no está permitiendo que distribuidoras y generadoras puedan negociar un precio, quizás deberíamos plantear otro modelo para poder incentivar inversiones en el sector (CD 13/03/2008). De esta manera, promoviendo que sea el sector privado el que esté a cargo de generar la energía que el país necesita, el Estado puede concentrar sus recursos y su esfuerzo en expandir la cobertura y la electrificación rural.
Por otro lado, es importante aprender la lección que nos está dando el sector electricidad. La baja capacidad de generación de electricidad actual se debe a la baja inversión en el pasado en hidroeléctricas, centrales térmicas y redes de transmisión. Para que pronto no haya también crisis en la distribución de la energía que por el momento estamos produciendo, tenemos que seguir invirtiendo además en redes de transmisión y transformadores. Los demás servicios asociados a la brecha de inversión en infraestructura son el abastecimiento de agua potable, desagüe, telecomunicaciones, transporte, etc. La infraestructura de transporte y la de energía eléctrica destacan para poder mantener el desarrollo económico (El camino para reducir la pobreza, IPE 2007).
Perú: Coeficiente de electrificación y población en viviendas inadecuadas, 2006 (En porcentaje)
Fuente: MINEM, INEI / Elaboración: Instituto Peruano de Economía
En los últimos 10 años, el consumo per cápita de electricidad se ha más que duplicado en el Perú. No obstante, la producción de energía eléctrica creció en apenas 45%. Además, nos falta avanzar en cobertura eléctrica. Por ello, es imprescindible atraer más inversión al sector y explotar el potencial energético.