Aumentos de remuneraciones y escasez de empleo

25 de abril del 2011
Programas sociales ahuyentan mano de obra para agricultura. Se ha reducido en 50% la oferta de mano de obra para cultivar café. (Gestión 20/04/2011)
La noticia que comentamos hoy revela el poco entendimiento que se tiene respecto a las transformaciones que ha vivido nuestro país en la última década. La nota de Gestión se origina en las declaraciones del presidente de la Junta Nacional del Café (JNC), quien dijo, literalmente, que «muchos de nuestros hermanos del Ande, que antes iban a la selva para ofrecer su mano de obra para el cultivo del café, ya no lo hacen. Prefieren quedarse en sus casa y recibir dinero o subvenciones del Estado cada mes».
Lo que podemos extraer de estas declaraciones es que las personas que antes optaban por ir a las faenas cafetaleras ahora tienen mejores alternativas que los alejan de las mismas. La pregunta relevante es cuáles son estas mejores alternativas. Analizando las declaraciones de la nota de Gestión, entendemos que se estaría atribuyendo la falta de mano de obra en las zonas cafetaleras al efecto del programa de apoyo social Juntos, el cual transfiere recursos (S/. 100 mensuales) a las familias pobres en zonas rurales que cumplen con hacer uso de servicios determinados que mejoren la salud y la educación de sus niños. Cabe mencionar que según una evaluación del Banco Mundial Juntos fue considerado como el programa social mejor focalizado en reducción de la pobreza (CD 19/03/2011). Las declaraciones del presidente de la JNC, no sólo son incorrectas por aparentemente insinuar que los receptores de recursos del Estado prefieren no trabajar, sino porque ignora las verdaderas razones por las cuales la mano de obra que él reclama se ha tornado más escasa.
La verdadera razón de la escasez de la mano de obra migrante con la que solían contar los cafetaleros es el aumento de las remuneraciones de los trabajadores de todas las regiones del Perú y, especialmente, el aumento en las remuneraciones en las zonas rurales y en varios de los departamentos de donde tradicionalmente provenía la mano de obra migrante (CD 01/04/2011). El gráfico 1 muestra el aumento de las remuneraciones en las regiones del Perú entre el año 2001 y el 2009, y el gráfico 2 muestra como ha incrementado el ingreso promedio mensual por trabajo en las zonas rurales para el mismo periodo. Para contrastar la importancia relativa de los efectos mencionados, basta comparar el presupuesto anual del programa Juntos, que fue de 613 millones de soles el año pasado, con el aumento anual en ingresos por trabajo debido al incremento en remuneraciones entre el 2001 y el 2009, que estimamos en más de 75,000 millones de soles para el 2009. Es decir, el impacto anual de las mayores remuneraciones y mayor empleo sobre el ingreso es más de ciento veintidós veces el presupuesto anual del programa Juntos (ver gráfico 3). Es por ello que se afirma que el mejor mecanismo de reducción de pobreza es el crecimiento económico. Su efecto es avasalladoramente más grande que el de cualquier programa social.
Por supuesto, dado que el crecimiento económico beneficia a la gran mayoría pero no a todos los grupos poblacionales, los programas sociales focalizados son necesarios justamente para apoyar a aquellos grupos que no se han podido beneficiar del crecimiento debido a la desigualdad en oportunidades. Pero la estrategia de desarrollo más efectiva en el largo plazo es el elevado crecimiento económico que se obtiene con elevados niveles de inversión.
Mejores opciones de trabajo y remuneración hacen que el país crezca. Por ello, el crecimiento económico beneficia a la gran mayoría como lo ha venido haciendo. Tal vez los señores de la JNC deberían aumentar las remuneraciones de los trabajadores y así tener una oferta más atractiva acorde con un mercado laboral competitivo como el peruano.