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Columnas de opinión

Nuevo rescate financiero al agro restringiría recursos al sector y acentuaría pobreza rural

31. 10. 2006

31 de octubre de 2006

Con la finalidad de lograr un mejor funcionamiento del Programa Sierra Exportadora, la Comisión de Economía del Congreso debatirá en las próximas dos semanas el proyecto de ley que propone un nuevo rescate financiero agropecuario. Franklin Sánchez, presidente de la subcomisión de Financiamiento Agrario, precisó que es necesario sanear las deudas agrarias, pues de lo contrario Sierra Exportadora no funcionará, ni se podrá aumentar las agencias del Banco Agrario. (Semanam@il y La República 06.10.31)

Personal de la Comisión de Economía dijo no conocer el proyecto y no pudimos encontrarlo en la web del Congreso. Pero creímos conveniente comentarlo porque es cada vez más claro que nuestros congresistas tienen serios problemas para percatarse de las distorsiones que generan sus propuestas y leyes en el actuar de los agentes económicos. Esta vez no se les ocurrió mejor idea que volver a refinanciar las deudas del sector agropecuario con el sistema financiero, lo cual implica que el Estado asumirá el costo. Pues alguien siempre debe asumirlo. Pero quizá lo peor de todo sea que mientras por un lado inculcan la cultura del no pago, por el otro, esos mismos congresistas se quejan de que el sistema financiero no da crédito al agro o lo hace a tasas muy altas. Pues dense cuenta, señores congresistas, del mal que le hacen al agro. ¡Y paren ya!

Si una habilidad hay que reconocerles a nuestros legisladores es la de hacer parecer como razones válidas de un beneficio, justamente aquellas que son las razones para no darlo. Por ejemplo, se dice que el nuevo beneficio debe darse porque el Rescate Financiero Agropecuario (RFA) no funcionó. Pues bien, si ya se gastó inútilmente, no hay que hacerlo de nuevo. Los problemas que generan estas medidas se combinan con otros tan o más malos, como la imposibilidad de formar historiales de crédito y la profundización de la asimetría de la información, que junto con coyunturas como la nuestra, en donde la protección al acreedor es baja, conducen a problemas de riesgo moral y selección adversa, haciendo más caro y restrictivo al crédito.

Es una lástima que los miembros de la Comisión Agraria piensen que el agro sólo podrá salir del hoyo con medidas que ya se dieron y no funcionaron. Hace poco postergaron por enésima vez la protección a las azucareras, prolongando la agonía de sus acreedores y proveedores; duplicaron el capital del Agrobanco sin condicionarlo a una mejora en la rendición de cuentas, ni inducirlo a buscar mecanismos para conseguir una gestión privada y apalancamiento no estatal; y crearon Sierra Exportadora, que, según los expertos, tiene problemas de definición, pues los productos agrícolas que se pretende sembrar en zonas altoandinas no crecerían debido a la presión atmosférica. Lo que hay en agenda es aún peor: más exoneraciones y una pésima ley de aguas. Pero nada de promover la capacitación en gestión de recursos o investigación; nada de formalización ni de cadenas productivas. Más de lo mismo en el agro es más pobreza también.

Crédito Directo al Sector Agricultura, Ganadería, Caza y Silvicultura, Según Institución Financiera (En Millones de S/.)

Fuente: SBS / Elaboración: Instituto Peruano de Economía

El crédito al sector agropecuario ha crecido en cada tipo de fuente. Pero eso se podría revertir se prosperase el nuevo rescate financiero. Al menos el Ejecutivo tiene claro que estas medidas son malas. Ya antes observó la ley que perdonaba a los morosos de un fraccionamiento tributario que, como todos los demás, tampoco funcionó. El agro necesita eficiencia de gestión, reconversión y redimensionamiento.