Skip to content
Prensa

Competitividad: ¿Lima es la número 1?

25. 06. 2018

25 de junio del 2018
La República

 
Por: Patricio Quintanilla Paulet.
 
El Instituto Peruano de Economía publica cada año el Índice de Competitividad Regional – INCORE, y el lunes de la semana que acaba de terminar ha difundido el que corresponde al año 2018.

Una vez más, al igual que en los últimos años, Lima ocupa el primer lugar del ránking, lo que amerita un comentario; no me refiero al conocido profesionalismo del Instituto Peruano de Economía, cuyo análisis es, como siempre, impecable, sino al agobiante centralismo que nos conduce a esta situación.

Pilares

El mencionado análisis de competitividad incluye seis “pilares”, de los cuales Lima ocupa el primer lugar en cuatro de ellos, al igual que en los últimos años.

1. Entorno Económico, primer lugar. La diferencia es enorme, el Producto Bruto Interno Real es 24 veces mayor que el de Moquegua, que ocupa el segundo lugar y 6.7 veces más que Arequipa. Esto es consecuencia de un círculo vicioso, por cuanto el desmedido crecimiento de Lima es causa de la movilización de algunas empresas hacia la capital, lo que a su vez genera más crecimiento.

2. Infraestructura, primer lugar. La disponibilidad de servicios públicos es mayor y mejor que el resto del país; esto no es sorpresa porque muchos de ellos, como el gas natural, han sido financiados por todos los peruanos.

3. Salud, primer lugar. La esperanza de vida al nacer, la mortalidad neonatal y la cobertura hospitalaria es superior a la mayoría de regiones del país.

4. Educación, cuarto lugar. Los niveles de alfabetismo y de población con educación secundaria o mayor son los más altos del país, pero los niveles de asistencia escolar inicial, primaria y secundaria están en una baja ubicación.

5. Laboral, primer lugar. En este pilar destaca el nivel de ingreso por trabajo, el nivel de educación de la fuerza laboral y el porcentaje de empleo informal; en todos estos criterios Lima ocupa el primer lugar.

6. Instituciones, vigésimo tercer lugar. El penúltimo de un total de 24; los factores más débiles son el nivel de criminalidad, la baja presencia policial y la tasa de homicidios. El tamaño de la ciudad y el hacinamiento de la población son causa de este bajo índice; otra vez consecuencia del centralismo.

Centralismo

Los aspectos mencionados son causa del centralismo. Los residentes en las regiones (me resisto a que me digan provinciano) somos víctimas del centralismo por los temas considerados en el INCORE y algunos más, pero la capital también sufre sus consecuencias, por cuanto el tamaño de la población y de la ciudad crea problemas, que, lamentablemente, son crecientes.

El Ministerio de la Producción acaba de anunciar que se replanteará el Consejo Nacional de Competitividad, qué bueno, pero ¿dónde funcionará? Por supuesto, en Lima. Es incoherente que un organismo cuya función es mejorar una variable tan importante como esta esté localizado donde menos se le necesita. Es una oportunidad para dar una señal descentralista.

Conclusión

La competitividad es un aspecto fundamental para el crecimiento y desarrollo de todo el país, responsabilidad del Estado, Sector Privado, Academia y Sociedad Civil, que deben constituir una institucionalidad regional, pequeña en número pero muy grande en eficiencia y eficacia.
 
Para ver la noticia original, haga clic aquí.