El sector agrícola (19.1%) mostró un notable crecimiento en noviembre de 2024, impulsado por la mayor producción de productos de exportación (45.5%), que compensó la contracción en las ramas destinadas a la industria (-14.5%) y el consumo interno (-3.0%).

Así, en el acumulado de enero a noviembre, el sector agrícola alcanzó un crecimiento de 6.3%, influenciado en parte por un efecto estadístico derivado de la contracción registrada en el mismo periodo de 2023.

Mercado interno

Durante los 11 primeros meses de 2024, el crecimiento del mercado interno fue liderado por productos como la papa (17.4%), la avena forrajera (141.0%) y el arroz (1.3%). No obstante, este resultado refleja principalmente una recuperación desde los bajos niveles de producción del año anterior. De hecho, tres de cada cinco productos agrícolas destinados al consumo interno experimentaron caídas en su producción en 2024.

A nivel regional, la zona oriente fue la única que sufrió una contracción de la producción en el periodo enero-noviembre, registrando una caída de 3.8% en la producción agrícola destinada al mercado interno, la más pronunciada en los últimos nueve años para este periodo. Factores climáticos como la escasez de lluvias e incendios forestales durante el primer semestre afectaron severamente cultivos destinados al mercado interno como el pasto braquearia (-10.0%), el arroz (-1.0%) y la yuca (-11.6%).

Productos de exportación

La producción destinada a la agroexportación continúa destacándose como el principal motor del crecimiento agrícola. En noviembre, la producción para exportación creció un 45.5%, consolidando una tasa de crecimiento promedio de 32.5% en el trimestre móvil de septiembre a noviembre, la más alta de los últimos nueve años.

Sin embargo, en el periodo enero-noviembre, este subsector acumula un crecimiento de solo 3.6%. Este desempeño fue impulsado principalmente por productos como el arándano (59.3%) y la quinua (79.1%), cuyos resultados contrarrestaron las caídas en la producción de aceitunas (-76.1%), uvas (-17.0%) y espárragos (-9.6%).

La recuperación de la producción destinada a la exportación también fomentó la generación de empleos formales en el sector agropecuario. Según datos del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), en octubre el empleo formal en el sector creció un 26.2%, la tasa de crecimiento más alta de los últimos 29 meses. Sin embargo, a pesar de este repunte, en el acumulado enero-octubre, el empleo formal en el sector se encuentra un 5.1% por debajo de lo registrado en el mismo periodo del 2023, lo que representa una pérdida de casi 25 mil empleos.

Perspectivas y desafíos

El dinamismo del subsector agroexportador, con productos de alto valor agregado como el arándano y la quinua, representa una oportunidad clave para generar empleos formales y consolidar el liderazgo de Perú en mercados internacionales.

Según estimaciones del IPE, el PBI agroexportador cerraría el 2024 con un crecimiento de 5.7%, con lo cual el sector agrícola lo haría con un 6.5%. Este crecimiento positivo se sostendría en 2025. Según el BCRP, la actividad agropecuaria registraría un crecimiento de 3% este año.

Sin embargo, a pesar de estos avances, el sector agrícola en general continúa enfrentando desafíos importantes. Por ejemplo, es muy vulnerable ante los factores climáticos.

Por consiguiente, fortalecer la competitividad de sector y su resiliencia requiere una estrategia integral de políticas públicas que aborde, por ejemplo, la disponibilidad y gestión del agua; la ampliación de la frontera agrícola; la gestión competente de las entidades públicas vinculadas al sector y sus programas para una mayor tecnificación agrícola; y la calidad de la infraestructura de puertos y aeropuertos, entre otros.

Ello, en contraposición a concentrarse casi exclusivamente en la dación de incentivos tributarios para el sector.