El dólar en la canasta básica
Informe IPE – El Comercio
Datos actualizados de la publicación “El dólar en la canasta básica“, publicada en El Comercio el 17 de mayo de 2021
Desde la segunda mitad del 2020, los precios de la canasta básica se han incrementado cada vez a mayor ritmo. La inflación –calculada como la variación porcentual anual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Lima Metropolitana – ha pasado de 1,8% en el tercer trimestre del 2020 a registrar un promedio de 2,8% entre enero y julio del presente año. Además, se encuentra por encima del rango meta del BCRP por segundo mes consecutivo, lo que no ocurría desde abril y mayo del 2017, luego del incremento de precios tras el Fenómeno El Niño Costero.
Este aumento -parcialmente previsible- ha ocurrido en simultáneo con la recuperación de la economía y con una subida en la cotización del dólar – 11,9% en el mismo periodo-. Ello otorga indicios de la influencia que estaría teniendo el tipo de cambio sobre el bolsillo de los hogares, sobre todo los más vulnerables.
— El efecto traspaso —
En economías pequeñas y abiertas al comercio exterior como la peruana, los aumentos en el tipo de cambio pueden traspasarse a los precios al consumidor tanto de forma directa e indirecta. Los efectos directos provienen del incremento registrado inmediatamente en los precios de bienes importados -tales como medicamentos, electrodomésticos y vehículos- y de servicios domésticos cobrados en dólares como, por ejemplo, alquileres, ciertos servicios profesionales o pasajes en avión.
Por su parte, los efectos indirectos de una subida del tipo de cambio se ven a través del aumento en los precios de algunos insumos importados expresados en dólares y que son utilizados para la producción y venta de bienes nacionales. Entre estos está el maíz, utilizado para la crianza de animales; el trigo, para la producción de masas, harinas y panes; y aceite de soya, para la fabricación de diferentes productos de consumo masivo.
De acuerdo con investigaciones de Diego Winkelried, profesor de la Universidad del Pacífico, cerca del 20% de los bienes del IPC son importados o se encuentran denominados en dólares. El mismo autor calcula que cerca del 10% del aumento del tipo de cambio se traspasa directamente a través de mayores precios a los consumidores. Este hallazgo se encuentra alineado con lo recientemente mencionado por el BCRP: por cada punto porcentual de incremento del dólar, la inflación aumenta entre 0.1 y 0,2 puntos porcentuales después de un año.
— Evidencia reciente —
Las mayores contribuciones al reciente aumento provienen de los grupos Alimentos y bebidas Alquileres de vivienda, combustibles y electricidad, así como Transporte y comunicaciones. Estos grupos presentan tanto costos de producción como precios finales usualmente denominados en dólares, y estarían reflejando los efectos directos e indirectos del alza del dólar sobre la canasta básica de consumo.
Un ejemplo del efecto directo es el alza en las tarifas del servicio de electricidad, las cuales se encuentran indexadas al dólar y registran entre enero y junio del presente año un incremento acumulado de 3,9% para usuarios residenciales.
Por otra parte, los efectos indirectos se estarían materializando en la canasta básica a través del aumento en el precio de bienes cuya producción local requiere de insumos importados adquiridos en moneda extranjera. Entre estos, por ejemplo, se encuentran los precios de las carnes y sus preparados – provenientes del pollo y res – que requieren de maíz y alimentos importados para su crianza, y entre enero y julio de este año acumulan un incremento de 11,6% frente al mismo periodo del 2020.
Cabe señalar que esta incidencia indirecta del dólar sobre la inflación se ha visto reforzada por el incremento que también han exhibido las cotizaciones internacionales de las materias primas agrícolas en el último año. Entre agosto del 2020 y julio del 2021, los precios del maíz se han incrementado en 112%, los del trigo en 38% y los de aceite de soya en 124%.
— Canastas heterogéneas —
Pero no toda la población consume las mismas proporciones de bienes y servicios. En efecto, al desagregar a los hogares del país según quintiles de ingreso -con los que más ganan en un extremo y los que menos ganan en otro-, se puede observar que el alza reciente del dólar podría tener mayor impacto en las familias más vulnerables a través del grupo de alimentos y bebidas, que llega a representar hasta el 53.1% de su canasta básica.
Por el contrario, en las familias de mayor poder adquisitivo, este efecto se canalizaría por medio del aumento de precios de otros grupos de consumo como alquileres, y cuidados y conservación de la salud (por ejemplo a través las tarifas de seguros cobradas en dólares).
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