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Red de Jóvenes Líderes

El talón de Aquiles para el progreso juvenil

23. 08. 2022

Por Howell Moisés Quiñones Labrin – Embajador IPE de la Región Lambayeque

Según el Banco Mundial, el crecimiento económico para América Latina y el Caribe en el 2021 se situó en 6.75%, una cifra que significó que la región vuelva a alcanzar prácticamente los niveles de ingresos antes de pandemia. Sin embargo, esta recuperación económica no se tradujo en una mejora en el progreso social de los jóvenes, ya que, para el mismo año, la tasa de desempleo juvenil se mantuvo por encima del 20%, una cifra tres puntos porcentuales superior del porcentaje alcanzado antes de pandemia. Ello pone en riesgo el futuro de miles de jóvenes y, por ende, su progreso social.

En el informe elaborado por la organización Social Progress Imperative y la consultora Deloitte (2021), el Perú se ubicó en el puesto 70 de 150 países evaluados en el Índice de Progreso Juvenil, con un puntaje de 67/100 puntos, ligeramente superior al promedio mundial de 66 puntos. No obstante, dicha cifra resulta distante de los índices obtenidos por los países que encabezan este ranking como, por ejemplo, Noruega, Dinamarca y Finlandia, con puntajes por encima de 94 puntos.

Dicho informe resalta que los principales puntos débiles que presenta el Perú en el progreso juvenil están relacionados a la inseguridad ciudadana, así como altos niveles de jóvenes que no estudian ni trabajan y una elevada percepción de corrupción que tienen los jóvenes sobre su entorno. En particular, resulta preocupante que, frente a la pregunta ¿la corrupción está generalizada en todo el gobierno de este país o no?, el 60% de los jóvenes peruanos respondió afirmativamente, lo cual representa el doble del porcentaje obtenido por los jóvenes de los países que se encuentran en el top 10 de este informe.

En América Latina, se observa una relación negativa entre el índice de percepción de corrupción[1] y el índice de progreso juvenil[2]. ¿Qué hay detrás de la corrupción? Diversos estudios[3] indican que una mayor corrupción se asocia con un menor grado de institucionalidad o la capacidad de hacer cumplir las normas de un Estado. Por lo tanto, si bien el crecimiento económico es condición necesaria para el desarrollo de un país, este resulta insuficiente si existen elevados niveles de corrupción, que deterioran la fortaleza de las instituciones de un país. Por ello resulta claro que, con instituciones débiles, difícilmente podremos garantizar el progreso social de los jóvenes.

Notas al pie:
[1] Mientras más cercano a 100, menor percepción de corrupción.
[2] Mientras más cercano a 100, mayor progreso juvenil.
[3] Por ejemplo, Clausen, Kraay y Nyiri (2011).

Referencias:
Banco Mundial. (2021). Banco Mundial – Datos. 
Clausen, B., Kraay, A., & Nyiri, Z. (2011). Corruption and Confidence in Public Institutions: Evidence from a Global Survey. The World Bank.
Red Liberal de América Latina. (2022). Índice de Calidad Institucional ICI.
Social Progress Imperative and Deloitte. (2021). Youth Progress Index.
The Washington Post. (2021). Obtenido de https://www.washingtonpost.com/es/post-opinion/2022/02/21/venezuela-economia-mejora-cepal-credit-suisse/
Transparencia Internacional. (2021). CORRUPTION PERCEPTIONS INDEX.

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