La inversión privada tendría una caída de 2.8% en el 2023
Informe IPE – El Comercio
El IPE amplió proyección de caída desde 2% en agosto. Incertidumbre local se elevó en el tercer trimestre del 2022 al segundo nivel más alto desde que se tiene registro en 1954.
El peso minero
La inversión privada cayó 0.8% en el tercer trimestre del 2022, afectada principalmente por la finalización del proyecto minero Quellaveco. Esta dinámica se ha reflejado en el retroceso del consumo de cemento y la significativa desaceleración en la producción local de maquinaria y equipamiento. El avance de la inversión no minera aún se mantiene en terreno positivo.
Panorama internacional
Los vientos externos tampoco son favorables. La desaceleración en el crecimiento global, la caída de los precios de las materias primas y las condiciones financieras más restrictivas dificultan la atracción de la inversión. El deterioro de las condiciones externas mantendría las expectativas empresariales en el tramo pesimista durante el 2023.
Avance sectorial
Por sectores, la inversión privada en infraestructura de transporte se redujo 33% debido a la menor ejecución de la Autopista del Sol Trujillo-Sullana y la línea 2 del metro de Lima, ante retrasos del Estado en la liberación de predios. En tanto, la inversión inmobiliaria estaría moderándose a medida que se reducen las nuevas colocaciones de créditos hipotecarios, cuyas tasas de interés promedio aumentaron de 6.5% a 9.7% en el último año.
Incertidumbre y desconfianza
El débil dinamismo de la inversión privada se prolongaría en el 2023. La incertidumbre local se elevó en el tercer trimestre del 2022 al segundo nivel más alto desde que se tiene registro en 1954. Este clima limita la recuperación de la confianza empresarial, que en el cuarto trimestre del 2022 cumplirá dos años consecutivos en terreno pesimista.
Consecuencias laborales
En episodios de caída de la inversión privada, la creación de empleos de calidad se reduce. De acuerdo con cálculos del IPE, la caída de casi 3% de la inversión privada en el 2023 evitará la generación de por lo menos 20 mil puestos de trabajo formales. Ello representa casi un quinto del empleo formal generado en promedio durante los cuatro años previos a la pandemia.
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