Los principales retos que enfrenta el país
Informe IPE – El Comercio
Fortalecer la institucionalidad
La crisis política y la persistente corrupción han generado un grave deterioro en la confianza en las instituciones públicas. En el 2023, solo un 13% estuvo satisfecho con el desempeño del gobierno nacional, la mitad de lo registrado en el 2022. Es necesario que haya un liderazgo claro desde el Ejecutivo que encauce la agenda del Congreso y permita el avance del cierre de brechas pendientes.
Garantizar la seguridad ciudadana
En el último año, las tasas de victimización y percepción de inseguridad han alcanzado niveles no vistos en los últimos cuatro años. Además, la confianza en las instituciones encargadas de velar por la seguridad de la ciudadanía se ha deteriorado gravemente. Recuperar la confianza de la población mediante un combate efectivo contra el crimen y las economías ilegales debe ser una prioridad para el Estado.
Proteger el equilibrio fiscal
El déficit fiscal alcanzó en el 2023 un máximo en más de 30 años (3,9%), excluyendo la pandemia. Se espera que se llegue a 2,8% al cierre del 2024, pero las continuas presiones de gasto –especialmente de gasto corriente– y la contracción de los ingresos públicos deterioran la institucionalidad fiscal. La decisión del MEF de trasladar la consolidación fiscal al siguiente gobierno agrava la situación.
Recuperar la confianza para invertir
Las expectativas empresariales y del consumidor estuvieron en el tramo pesimista por más de 20 meses seguidos, generando un clima poco favorable para la inversión privada. Urge impulsar condiciones para su recuperación con creces, con miras a retomar una senda de mayor crecimiento, empleo y reducción de la pobreza. Ser eficientes en la gestión y mantener las reglas claras –por ejemplo, evitando la discrecionalidad de la Municipalidad Metropolitana de Lima– es clave para lograr ejecutar los proyectos vía APP.
Impulsar la recuperación del empleo de calidad
Los niveles de empleo se recuperaron a costa de un alza significativa del subempleo. Sumado a los altos niveles de inflación del último par de años, los salarios reales siguen por debajo de los niveles prepandemia. Su recuperación requiere más inversión privada y una política integral que promueva el empleo formal, en lugar de medidas como el aumento del sueldo mínimo.
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