2 de mayo de 2022
Por Humberto Jesús Villanueva Perez – Embajador IPE de la Región Moquegua
La minería ha sido históricamente un sector importante para la económica peruana. En el 2021, aportó 9% al producto bruto interno (PBI) y generó las mayores divisas e ingresos fiscales por impuestos. No obstante, este sector también ha concentrado el mayor número de conflictos sociales del país. Hoy, con 28 años, en uno de los acontecimientos más difíciles de mi región, me gustaría compartir algunas reflexiones sobre el conflicto entre la comunidad campesina de Tumilaca, Pocata, Coscore y Tala y la empresa minera Southern Peru.
El origen de las manifestaciones se centra en una supuesta usurpación de terrenos de parte de la operación minera en Cuajone. La comunidad campesina manifiesta que son los propietarios; mientras que la empresa señala que cuenta con la autorización del Estado para operar en la zona. Southern calcula que el Estado peruano pierde más de S/6.2 millones diarios por impuesto a la renta ante la paralización de la mina de Cuajone.
A fines de 1968, un hecho de suma importancia para el inicio de la actividad minera en el Perú se dio en la región Moquegua. El Gobierno Nacional emitió el Decreto Ley N° 17271, que creó el Ministerio de Energía y Minas, el cual busca dirigir, regular y fomentar las actividades mineras y energéticas del país. Este hito dio inicio a la actividad minera de Cuajone y Toquepala que venían paralizadas desde 1960. El proceso fue conducido con éxito por el ilustre moqueguano José Fernández Maldonado Solari, senador del partido Izquierda Unida. Sí. Un moqueguano impulsando la gran minería en el Perú.
El economista Carlos Parodi menciona que “el objetivo de la economía es elevar el bienestar de la población, en especial, de los más vulnerables”. Sin embargo, el crecimiento económico es una condición necesaria pero no suficiente para el desarrollo, señala el profesor Jorge Gonzales Izquierdo. El desarrollo involucra reducir la pobreza, mejorar condiciones de educación, acceso a salud, calidad de la infraestructura, entre otros. En esa línea, los ganadores del Premio Nobel de Economía 2019 Banerjee, Duflo y Kremer mencionan que la pobreza es un problema multimensional cuya solución no recae únicamente en la asignación recursos económicos. Se necesita intervenir de manera precisa en cada una de las causas que componen la pobreza como desnutrición, baja comprensión lectura, difícil acceso a servicios de salud, falta de acceso a luz y agua, entre otros.
La región Moquegua registra sólidos indicadores económicos y sociales: segundo mayor PBI per cápita, primer destino de inversión minera y tercer mejor puntaje en el Índice de Desarrollo Humano. Sin embargo, aún persisten importantes brechas pendientes. Por ejemplo, en el 2020, el INEI informó que 32.7% de niños tenían anemia, más del 65.4% de la mano de obra se encontraba en el sector informal y 50.4% de hogares contaban con internet.
Resulta ilógico pensar en un país desarrollado si sus regiones no lo son. Por lo tanto, Moquegua no se desarrollará, si sus provincias no lo hacen. Hace un par de meses visité por primera vez el Centro Poblado de Tala para exponer en la capacitación sobre desarrollo agroindustrial de orégano del CITE Agroindustrial Moquegua. Sin embargo, no pude proyectar los videos preparados porque no había electricidad donde pudiera conectar el proyector. Sí, en 2021, no había luz a unos kilómetros de Quellaveco, la primera mina digital del Perú y quinto proyecto de cobre más importante del mundo a punto de iniciar operaciones en este 2022. La pregunta obvia sería, ¿por qué el centro poblado de Tala, perteneciente al distrito de Torata, no cuenta con electricidad?
Según el Ministerio de Economía, entre 2004 y 2019, Torata recibió más de S/740 millones y Moquegua más de S/3,879 millones. Este último monto es equivalente a la construcción de 10 proyectos de generación de energía eléctrica con recursos renovables como el de la “Central Solar Clemesí” que será desarrollado por ENEL GREEN PORWER gracias a la concesión otorgada por el Ministerio de Energía y Minas. El proyecto esta valorizado en US$95,3 millones y será ejecutado en Moquegua. Paradójico. Queda claro que Moquegua no tiene un problema de acceso a recursos, sino de la gestión de los mismos.
Moquegua goza de una importante diversidad agrícola, minera y pesquera. Por ejemplo, los proyectos emblemáticos incluyen Quellaveco y San Gabriel en minería, el corredor de integración turístico del valle del Ticsani (Chilligua, Carumas, Cuchumbaya, San Cristóbal y Calacoa), el proyecto de irrigación Las Lomas de Ilo, el Parque Tecnológico Industrial, entre otros. Sin embargo, ¿Qué hace falta para que contar con más empresas moqueguanas exportadoras de productos y servicios de primer nivel? ¿Por qué no hemos aprovechado los generosos beneficios de la minería? ¿Hasta cuándo la agricultura de subsistencia predominará por encima de la agricultura de desarrollo? ¿Qué hace falta para aprovechar el gran potencial turístico que desde niño escuche a mis mayores?
El Banco Mundial destaca el sostenido crecimiento económico del Perú durante los últimos 25 años. Sin embargo, no consolidamos nuestro desarrollo. ¿Por qué? Según el experto en desarrollo productivo, Piero Ghezzi, ello se debe a que el “qué y cómo” producimos lo que producimos no cambió. Por lo tanto, ¿deberíamos usar la misma fórmula de crecimiento económico para estos años? Para Dani Rodrik, profesor de la Universidad de Harvard, “uno de los más graves errores en una política de crecimiento económico es encontrar una fórmula que funciona… y quedarse con ella por demasiado tiempo”.
La presencia de Southern Peru, Anglo American Quellaveco y, en un futuro, Buenaventura resulta necesaria. Tenemos grandes oportunidades, pero estas no llegaran a todos los ciudadanos si no empezamos a diversificar nuestro modelo de crecimiento y desarrollo regional. Para lograrlo, resulta imprescindible aprovechar los altos recursos que genera la minería. Además, debemos ser conscientes que sin autoridades regionales, provinciales y distritales sólidas, con profesionales de primer nivel y experiencia en el sector público, será muy difícil brindar a los moqueguanos los servicios de calidad que merecen.
El conflicto entre la Comunidad campesina de Tumilaca, Pocata, Coscore y Tala y la empresa minera Southern Perú, no sólo los atañe a ellos. Dicho conflicto afecta a todos los moqueguanos y debe resolverse en el marco del diálogo y la ley. Tenemos una democracia que lo garantiza y, por ello, el Estado nacional y regional cuentan con un rol protagónico. Dialoguemos y encontremos mejores formas de relacionarnos como región. A pesar de nuestros desafíos, el desarrollo sostenible tiene un espacio reservado para la región Moquegua. Estoy seguro de eso.
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