¿Qué tanto bien nos hacen las leyes que está aprobando el Congreso?

Por José Luis Capcha Arévalo – Embajador IPE de la Región Áncash
En los últimos días, se está viviendo un escenario en el cual diversas leyes aprobadas por el congreso carecen de sustento técnico, falta de tino al momento de tomar decisiones y un populismo que solo logrará elevar costos en el largo plazo, tanto en el ámbito social y económico. Leyes que, en sus análisis costo beneficios, muestra, la deficiente preparación de aquellos que la propusieron.
Por otro lado, durante la pandemia que estamos viviendo, nos hemos percatado de las grandes brechas y deficiencias que nuestro país tiene y que siempre existieron. Y a pesar de ello, no existe ninguna intención por parte del ejecutivo ni del legislativo para subsanarlas en profundidad.
Pero ¿qué se le puede pedir a un gobierno de transición cuando trata de mantener a flote un barco que, según proyecciones, terminó el año 2020 con un PBI de -12%? Además, del otro lado, existe un legislativo que ve el pretexto de vacancia como una herramienta de amedrentamiento cuando no está de acuerdo y que solo está en busca de votos para los próximos comicios.
Ahora bien, para explicar esto tomaremos de ejemplo la ley aprobada por el Congreso para fijar el presupuesto en educación en un monto no menor al 6% del PBI. A primera impresión diríamos, “qué bueno, el sector educativo tendrá mayores recursos”. Sin embargo, al hacer un análisis, resaltan algunos cuestionamientos.
¿De dónde sacaremos esos recursos para aumentarle el presupuesto al sector educativo? ¿A quién tendremos que quitarle para transferirle al sector educativo? Y, desde mi punto de vista, la más importante: ¿en realidad el problema está en el presupuesto o en la eficiencia de la ejecución de ese presupuesto?
El PBI no es el presupuesto total para el gasto público, sino un indicador de la actividad económica del país. Para realizar una correcta evaluación sobre los recursos destinados a educación, es importante tomar en cuenta el porcentaje de ejecución del presupuesto total.
La evidencia es preocupante: la ejecución del presupuesto en inversión pública del sector educación fue del 69% en el año 2019, y según el portal de Transparencia Económica del MEF, la ejecución de la inversión pública en el sector llegaría solo a un 55.9% en el 2020. Si bien, debido a la pandemia, el escenario que el Perú enfrentó en el 2020 fue muy adverso, aún presentamos una gran deficiencia para poder ejecutar estos recursos.
Siendo así, podemos concluir con respecto a este tema que la falta de recursos no es la problemática central que tiene nuestro país. Los datos muestran que una de las más grandes deficiencias de nuestro Estado es la baja eficiencia del gasto público, la cual podemos observar en diversos sectores.
Podemos hacer análisis parecidos de distintas leyes que el presente Congreso ha venido aprobando. Si se sigue en esa senda, no podemos augurar mejoras para el crecimiento y desarrollo que el país necesita. No siempre tener buenas intenciones nos llevará a solucionar el problema, más aún cuando no podemos identificar la raíz del mismo.
REFERENCIAS:
https://rpp.pe/politica/congreso/congreso-aprobo-reforma-constitucional-que-fija-en-no-menos-del-6-del-pbi-el-presupuesto-de-educacion-noticia-1310753
https://apps5.mineco.gob.pe/transparencia/mensual/
https://apps5.mineco.gob.pe/transparencia/Navegador/default.aspx?y=2019&ap=ActProy
IPE: La educación en el Perú es un problema de ejecución, no de presupuesto
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