
La economía ha recuperado sus niveles prepandemia, por lo que es un buen momento para analizar cómo se ha ajustado el mercado laboral.

Recientemente el ministerio de Trabajo y Promoción de empleo aprobó una iniciativa que restringe la tercerización laboral para actividades que formen parte del “núcleo” de un negocio. Sin embargo, esta medida podría generar más problemas que soluciones. Está propuesta no atiende el problema central de la tercerización laboral, el cual es que muchas empresas utilizan esta modalidad de manera indebida y el Estado no es capaz de identificarlas y sancionarlas.
Actualmente, la ley ya define adecuadamente los derechos de los trabajadores y establece los mecanismos para protegerlos. No obstante, algunas empresas incumplen la normativa y no son sancionadas.
Restringir la tercerización laboral tendría consecuencias negativas en nuestro país. Generando desempleo e informalidad.

La poca complementariedad que hay entre los regímenes tributarios ha resultado en un sistema complejo que genera diversas oportunidades para el arbitraje e incentiva el subreporte de ventas para eludir el pago de impuestos.

La reinserción laboral pospandemia se ha dado en gran medida en ocupaciones que ofrecen menores salarios y peores condiciones laborales.

Debido al impacto de la pandemia, el empleo en la región cayó 11.2% durante el 2020.

Antonio Zapata y Mariana, acompañados por especialistas, hablan sobre pobreza e informalidad, en el programa Temas y Debates.

Diego Macera, gerente general del IPE, habla acerca del mercado informal en el Perú.

La tasa de informalidad en el Perú llegó a 74,3% en junio, subiendo 1.7 puntos porcentuales con relación al año pasado.

Solo uno de cada 10 trabajadores en el país paga impuestos a la renta, según un reciente estudio de ComexPerú y el Instituto Peruano de Economía (IPE).

Cambios en materia tributaria deben darse con una economía recuperada, según la OCDE. Bajo esquema actual, solo tributan 9 de cada 100 trabajadores.