Triángulos ministeriales
Columna de Carlos Gallardo Torres, gerente general del IPE, publicada en Gestión
La inversión privada crecería menos de 2% en este 2024 luego de caer 7.3% en el 2023. Eso es insuficiente para generar el empleo necesario –que cayó 0.9% en el 2023– para reducir de manera importante la pobreza. Celebrar entonces modestos crecimientos en lo que va del año es distraerse. Cambiar ello requiere que al menos tres triángulos ministeriales funcionen mucho mejor y para lograrlo es necesario un liderazgo presidencial que hoy sigue ausente. No es solo un ministerio, son trabajos coordinados. Así, en la relevancia de la labor que deben realizar estos triángulos radica la importancia de nombrar buenos ministros y que coordinen. Cabe notar, sin embargo, que sin un entorno de liderazgo propicio será difícil atraer a ese talento.
Triángulo para impulsar la inversión privada
Lo conforman el MEF, el Minem y el MTC. El primero, por ser rector, transversal y responsable de impulsar la inversión privada y un entorno macroeconómico favorable. El segundo, pues el Perú es un país minero – y debería ser más intensivo en hidrocarburos – y la capacidad de dinamizar la economía regional y reducir la pobreza que tiene esta actividad. En cuanto al MTC, pues con un presupuesto de inversión que supera los S/ 8,200 millones en este 2024 es la entidad con mayor presupuesto para impulsar más inversión a través de una mejor infraestructura, conectividad y servicios. Con presupuestos para inversión en el presente año de más de S/ 5,200 y S/ 1,600 millones, la ANIN y el MVCS se convierten en satélites de este triángulo para este objetivo. Completan los satélites el Minam y el Mininter.
Se requiere mucho más. Por ejemplo, esta gestión puede: (i) dejar fortalecido el Senace, una entidad del Minam que, con un presupuesto anual de algo más S/ 50 millones, tiene una gran responsabilidad para que la cartera de inversiones mineras –de más de US$ 50 mil millones, además de las inversiones en otros sectores– no sufra retrasos; (ii) dejar en ejecución proyectos importantes para la masificación del gas natural, que involucran una mayor exploración, y la extensión de ductos y redes de conexión domiciliaria a varias regiones; (iii) asegurar lo necesario para que la ejecución de la inversión de los proyectos ya adjudicados inicie pronto y sea constante (US$ 8,408 millones en APP y proyectos en activos, según Pro Inversión (iv) ser responsable fiscalmente, lo necesario para no perder el grado de inversión de las calificadoras de riesgo; y (v) combatir enérgicamente la inseguridad y las economías ilegales, para lo cual el Mininter que debe funcionar.
Triángulo para el desarrollo productivo
Lo componen el Mincetur, Midagri y Produce. Son ministerios que están en debe. En el caso del Mincetur, el aporte del turismo al PBI está aún 1 punto porcentual por debajo del 2019, lo mismo ocurre con el turismo receptivo (-27%), el empleo en el sector (-145 mil puestos) y las divisas (-20% en términos de PBI). Según Mincetur, en el 2026 recién veríamos esta recuperación.
Por su parte, la agricultura cayó 4.1% en el 2023 y este año crecería solo alrededor de 3%. Además, el empleo formal en el agro viene cayendo 13 meses consecutivos y el riego tecnificado se utiliza tan solo en 16% de la superficie agrícola. Mientras tanto, por ejemplo, el presupuesto de una herramienta del Midagri para impulsar el agro más tradicional, como Agrorural, es 35% inferior en el 2024 que en el 2023 en términos reales.
En tanto, las herramientas más importantes que tiene Produce para impulsar el desarrollo productivo son Proinnóvate y el Instituto Tecnológico de la Producción, cuyos presupuestos en el 2024 se redujeron en 26% y 9% en términos reales en comparación al 2023. Peor aún, diez años luego de la incorporación de Proinnóvate a Produce debería el Estado haber comprometido más recursos propios para impulsar la innovación. Sin embargo, dos tercios de su presupuesto proviene aún de operaciones de crédito y donaciones.
Triángulo para el capital humano
Lo conforman el Minsa, Minedu y Midis. Para encontrar ministros con gestiones de al menos 16 meses en el caso del Ministerio de Salud y 22 meses en el de Desarrollo e inclusión social hay que retroceder unos 10 años, al periodo 2014-2016. Se dice que una alta rotación de los ministros les impide articular una gestión que dé resultados, deberíamos entonces esperar buenos resultados de los ministros vigentes con gestiones así de duraderas. Sin embargo, 600 mil personas más pasaron hambre en el último año y 700 mil niños menores de tres años presentan aún anemia. Por su parte, en el sector educación continuó el deterioro en la infraestructura de los colegios y en los resultados de las evaluaciones a estudiantes. A pesar de ello, tanto en salud como en educación los incrementos remunerativos estuvieron a la orden del día.
Sin salud y educación se condena a las personas a no desarrollarse plenamente. Y si no se avanza en ese objetivo, más inversión privada y una democracia sólida que tanto se requieren se tornarán inviables. No es menor el reto, la labor y los objetivos de estos triángulos no son solo responsabilidad del sector público, sino del privado y la ciudadanía que deben impulsarlos y exigirlos.
Te puede interesar:
– Pagando el costo de las reformas inconclusas
– Lecciones laborales