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Prensa

Una mirada al régimen económico de la Constitución, 26 años después

27. 11. 2019

26 de noviembre del 2019
Gestión

 
En una mesa redonda organizada por Intelfin, la Universidad Continental y Gestión, cuatro expertos analizan los alcances del actual régimen económico de la Constitución de 1993 y la posibilidad de implementar algunas propuestas de cambio.
 
El próximo 26 de enero, el Perú elegirá un nuevo Congreso para completar el periodo legislativo hasta el 2021.

Estos comicios han reavivado el debate nacional sobre los beneficios y propuestas de reforma del actual régimen económico de la Constitución Política de 1993. ¿Qué tipo de cambios se deben aplicar y en qué temas en particular? El constitucionalista Raúl Ferrero; el socio fundador de Intelfin, Carlos Paredes; el gerente general del Instituto Peruano de Economía (IPE), Diego Macera, y el analista Humberto Campodónico, compartieron sus impresiones al respecto en una mesa redonda organizada por Intelfin, la Universidad Continental y Gestión.

Para Diego Macera, el régimen económico se puede conceptualizar en responsabilidad macroeconómica, apertura al mundo, libertad económica, instituciones y democracia y el rol del Estado.

“Estos cinco puntos clave han anclado el crecimiento económico del país y han permitido mejorar la calidad de vida a un punto jamás antes visto”, dijo el gerente del IPE, quien resaltó la necesidad de reforzar el papel del Estado como proveedor de servicios públicos básicos de calidad, respaldado por una mejor recaudación tributaria.

“El Estado no existe para hacer empresas públicas, sino para garantizar seguridad, justicia y ciertos servicios y derechos para todos los ciudadanos; no para arriesgar la plata de los contribuyentes en aventuras empresariales”, anotó.

Además, Macera sugirió hacer cambios en políticas económicas concretas, como las relacionadas al sistema laboral y la informalidad.

Por su parte, Carlos Paredes opina que el incumplimiento general de la ley en el Perú contradice la creencia popular de que “todo se arregla con una nueva ley, un decreto supremo y ahora con una nueva Constitución”.

Más bien, el economista pide atender los problemas de gestión que aquejan al Estado en sus distintos niveles: “Me ha tocado encabezar el directorio de Petroperú y lo que he encontrado en términos de falta de transparencia y oportunidades de mejora es muy grande; si bien no es fácil progresar en esa línea, estamos logrando algunos avances importantes”, subrayó. “No es que todo lo público sea malo, hay muchas cosas que se vienen haciendo bien y tenemos que reforzarlo para brindar a los peruanos bienes y servicios que necesitan de una mejor manera, lo que no excluye evaluar en algunos casos la incorporación de capital privado minoritario. Para ello, no necesito ningún cambio en la Constitución, sino trabajar mucho y mejorar la gestión”.

En opinión de Humberto Campodónico, el capítulo económico de la Constitución del 93 refleja de alguna manera lo que se quería en ese momento por parte de la mayoría parlamentaria del CCD: evitar volver a tener un régimen como los de Velasco y el Apra del 85 al 90. “Casi 30 años después pensamos que nosotros tenemos que cambiar porque las cosas han cambiado. nosotros pensamos que las cosas han cambiado”, dijo Campodónico, para luego citar a la descentralización, la inversión pública y las APP como ejemplos de gestión deficiente en el Estado. “No se trata solo de artículos en la Constitución como si fueran algo que no está situado en un contexto. Hoy, el sentido común cambió, no es el mismo que hace 30 años”, añadió.

Por último, Raúl Ferrero confesó haber sido crítico del golpe de Estado de Alberto Fujimori y de la consecuente elaboración del texto constitucional que fue aprobado y está vigente desde 1993; sin embargo, reconoció que específicamente el régimen económico es bastante bueno.

“Si bien hay algunas cosas que podemos mejorar porque toda obra humana es perfectible, no hagamos propuestas que no nos ayuden y lejos de mejorar las cosas, las desmejoremos. Lo importante es que se mantenga básicamente como está, pero con una mejor proyección social”.

DIEGO MACERA

Se requiere un cambio en políticas económicas concretas

El régimen económico se puede conceptualizar en cinco puntos: responsabilidad macroeconómica, tanto monetaria como fiscal; apertura al mundo en comercio e inversiones; libertad económica para emprender, contratar y trabajar; democracia e instituciones que enfrenten el cáncer de la corrupción; y un rol del Estado claro y enfocado en proveer servicios básicos de calidad. Este bloque ha permitido reducir en casi 40 puntos la pobreza del país en un tiempo récord de tan solo 15 años.

No hablaría de reformar el régimen económico de la Constitución sino de hacer cambios en al menos tres políticas económicas concretas: la descentralización, que no ha funcionado y merece una revisión seria; un sistema laboral disfuncional y plagado de malos incentivos, rigideces y sobrecostos que conducen a la informalidad; y el replanteamiento de la orientación del Estado, pensando en el ciudadano como el centro del servicio público. La pregunta es cuánto presupuesto se requiere para cerrar las brechas a favor de la población. El camino más obvio y directo es empezar a cerrar los huecos de evasión y elusión en el Perú, que son relativamente altos frente a otros países de la región. También hay una parte de contribuciones sociales que no podemos olvidar y van más allá de financiar todo con recaudación. El ejemplo más claro es el SIS, que tiene 17 millones de personas cuando debería tener 5 o 6. Si yo quiero subsidiar como Estado y tomo una decisión política como país de tener subsidios para servicios públicos, esos subsidios tienen que ir para quien los necesita: la población pobre.
 
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