Unsa y Univ. de Moquegua, las que mejor usan el canon minero

22 de diciembre del 2018
La República Sur
Balance. Estos recursos provienen de la minería y sirven para la investigación científica. Universidades de Tacna y Apurímac figuran en la cola de ejecución. Universidades no cumplen con el objetivo de los recursos del canon.
Informe realizado por el IPE para La República Sur.
Las universidades nacionales ubicadas en regiones con actividad minera o de hidrocarburos reciben cada año importantes recursos provenientes del canon. Estos recursos deben utilizarse en investigación científica y tecnológica, aunque, de acuerdo a la Ley de Presupuesto 2018, de manera excepcional este año se puede destinar hasta el 30% a proyectos de infraestructura y equipamiento. En el sur del país, nueve universidades públicas reciben recursos provenientes del canon, los cuales en conjunto ascienden a un total de S/261 millones para el 2018; sin embargo, a la fecha, solamente se ha ejecutado el 38% de los mismos.
Canon por región
De las regiones del Sur, Cusco es la región cuyas universidades reciben los mayores recursos de canon (S/113 millones), seguida de Arequipa con S/53 millones y Moquegua con S/31 millones. Luego viene Tacna, cuya universidad recibe S/26 millones, mientras que las universidades de Apurímac reciben un total de S/19 millones y las de Puno S/16 millones.
Sin embargo, este panorama cambia considerablemente si se considera el monto efectivamente ejecutado por las universidades de cada región a la fecha. En Arequipa y Moquegua se alcanzó los niveles más altos de ejecución (69% y 52%, respectivamente), seguidos de las universidades de Puno (39%). En cambio, en Apurímac y Cusco, la ejecución es menor al 30% y en Tacna, sorprendentemente, apenas se ejecutó el 6% del canon asignado a las universidades. Con ello se pierde una oportunidad de aprovechar recursos valiosos que tienen el potencial para contribuir al desarrollo de la región.
Proyectos ejecutados
En las universidades de Apurímac, Moquegua y Puno, los recursos del canon se han destinado principalmente a proyectos de infraestructura y equipamiento, así como la implementación de nuevos servicios. Por ejemplo, en Puno, el 44% ejecutado corresponde a la instalación de servicios básicos, mientras que en Apurímac se ha invertido principalmente en la implementación de servicios de transporte y adquisición de equipamiento adecuado. Por su parte, en Moquegua, el 68% se destinó a la creación de la escuela de Gestión Pública y a la carrera de Ingeniería Pesquera de la Universidad Nacional de Moquegua.
Por el contrario, en Arequipa, Tacna y Cusco, gran parte de los recursos ejecutados (52%, 42% y 31%, respectivamente) no se asignaron a ningún producto en específico, por lo que no es posible identificar los resultados de la inversión realizada. Pese a ello, cabe destacar que en Tacna, el 24% de lo ejecutado se destinó al mejoramiento de la carrera de Ingeniería Pesquera; mientras que en el Cusco, el 26% de la ejecución corresponde a la renovación del sistema de energía eléctrica y agua potable de la Universidad Nacional de San Antonio Abad.
Balance
Los recursos del canon deberían servir como un instrumento para propiciar la innovación, bajo la conducción de las universidades públicas. La subutilización de dicho gasto es una mala noticia y el gasto que sí ha sido ejecutado no se ajusta de manera directa al fomento de la producción científica. Ciertamente, la implementación de espacios y el equipamiento de los mismos es un elemento crucial, pero no es el objetivo de los recursos del canon. En ese sentido, no debe perderse de vista que estos recursos son extraordinarios y, por tanto, conviene utilizarlos de la manera más eficiente posible.
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